lunes, 23 de diciembre de 2013

La madrugada que bebió mucho

Una de esas madrugadas en que bebe mucho,  se hizo mañana y fue antier.

Fuimos a una celebración cómico-musical él, ellos y él también. Todo era risas y diversión hasta el "momento incómodo" del D2. Fue cuando dijo que eso era lo más incómodo que podía estar pasando. En realidad no pasaba nada. Descenso.

Después, sobre el pasto dijo mil cosas como "cinco" y "siete". Cosas como "saca una". Dijo que no debo cantar, que no lo haga por favor, que es un mal-amigo, dijo. También picome la pantorrilla.

Para hoy preparé toda una sesión terapéutica, me esforcé, de verdad lo hice. Nada que ver con las anteriores terapias de inundación, esta sería mejor. Reno sanaría al final de un perfecto día. Dijo que no era necesario ¡Y una acabándose la vida! ¡Preocupándose por el prójimo!

Nada de lo que dijo puede ser malo o embarazoso, nada como para que le haya dado pena verme escribir estas líneas. El Reno es bueno y Tejerán también.



[La mantita de seguridad del muchacho]


Al menos sonreí, vi uno de esos borbotones de felicidad.
Fue distinto.